El II plan de coeducación para el sistema educativo vasco, en el camino hacia la igualdad y el buen trato del Departamento de Educación del Gobierno Vasco parte de una serie de pilares básicos para llevar la igualdad al aula. Estos pilares sirven para estructurar el trabajo en los centros educativos, de manera sistemática y con un itinerario que permite evaluar tanto lo realizado como el impacto que ha podido tener en el alumnado.

La PREVENCIÓN Y ACTUACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES, de alguna manera ya se trabaja en el resto de los siete pilares, puesto que coeducar es prevenir la violencia machista en todas sus manifestaciones.

El resto de los pilares del Plan son los siguientes:

• Pensamiento crítico ante el sexismo
• Uso no sexista del lenguaje y las imágenes.
• La integración del saber de las mujeres y su contribución social e histórica.
• Transformación pacífica de conflictos, con proyectos de convivencia coeducativa.
• Autonomía personal e independencia económica.
• Los espacios en el centro educativo y las actividades extraescolares y complementarias.
• Educación afectiva y sexual en igualdad.

Sin embargo, este pilar se dirige a tres tipos de actuaciones concretas:

1.Aquellas que van encaminadas a sensibilizar al alumnado.

2.Aquellas enfocadas a la detección del machismo y la violencia en los centros educativos.

3. Aquellas dirigidas a la intervención concreta cuando se detectan casos de violencia de género en el entorno educativo.

Uno de los objetivos de este Plan es que el alumnado y el profesorado construyan un pensamiento crítico ante las desigualdades y las discriminaciones, que podamos analizar la realidad con perspectiva de género, de forma que no naturalicemos algo que es cultural: la discriminación de las mujeres y el aprendizaje de masculinidades negativas para la igualdad.

Por ello, las actividades que a continuación se plantean giran en torno a aprender a analizar con perspectiva de género, a hacer visibles las posibles discriminaciones y a plantear alternativas a una educación sexista, tanto de las familias como del sistema educativo.

Para ello, cada etapa educativa tendrá actividades diferentes, ajustadas a las edades y al proceso madurativo del alumnado. No es lo mismo llevar la igualdad en el aula en infantil, donde el mayor trabajo es del profesorado que deberá convertirse en referente para su alumnado que en Secundaria, donde la reflexión personal debe llevar al alumnado a una construcción igualitaria de sus feminidades y masculinidades.