EDUCACIÓN AFECTIVA-SEXUAL EN IGUALDAD: EDUCACIÓN INFANTIL

La educación afectiva y sexual es un aspecto fundamental en nuestra vida, especialmente desde niñas y niños, siendo un elemento clave para un desarrollo integral. Todas las personas nacemos sexuadas, pero carecemos de una educación sexual integral e igualitaria. Así, cuando hablamos de sexualidad hacemos referencia a aquellos aspectos que guardan relación con el placer, la comunicación, las interacciones, las emociones, los límites, etc. Por tanto, sexualidad y sexo no son lo mismo. Sexo hace referencia a la existencia de cuerpos sexuados, mientras que sexualidad hace referencia a una dimensión más de las personas. Lo importante en este sentido es dejar claro que un sexo no tiene mayor valor que el otro y tampoco determina nuestros comportamientos ni nuestras acciones. Ser diferentes no implica ser desiguales. Otra cuestión que debemos tener presente en la educación sexual es que la afectividad se convierte en un eje central de la misma, así cuando hablamos de sexualidad estamos haciendo referencia a su vez al aspecto afectivo. Como último elemento integrador, la sexualidad también implica diversidad, todas las personas, todos los cuerpos, no viven ni expresan su sexualidad de la misma manera, por tanto, habría que trabajar tanto la visibilidad de las personas LGBT, como las formas de rechazo que sufren por no cumplir la norma heterosexual esperada.

La educación sexual como salud y desarrollo personal tiene como objetivo el crecimiento personal y el desarrollo de una actitud positiva y responsable hacia la sexualidad, de forma que favorezca comportarse con responsabilidad, no solo para con ellos y ellas mismas, sino también para con las demás personas en el contexto social en el que viva.

Teniendo en cuenta el texto impulsado por la UNESCO “Orientaciones técnicas internacionales sobre educación en sexualidad Un enfoque basado en la evidencia” de 2018 y respaldado por organizaciones como UNIFEC y la ONU, la educación sexual es uno de los retos de nuestro tiempo y se incorpora dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En este documento se plantea la necesidad de una educación sexual a edades tempranas y que se sistematice a lo largo de todas las etapas de la escolarización. Las razones que aducen para ello es que la educación sexual tiene efectos positivos porque mejora el conocimiento de las personas sobre la sexualidad y, por lo tanto, se muestra también mejoría en cuanto a su actitud respecto a los comportamientos sexuales y a la salud sexual;  se reducen los riesgos de enfermedades de transmisión sexual y de VIH, mientras que no aumenta la actividad sexual de las personas; además, la educación sexual con perspectiva de género tiene una eficacia muy superior a la que no integra esta perspectiva. La educación sexual, añaden, muestra su mayor eficacia cuando se realiza en coordinación con las familias, es decir, cuando casa y escuela unen sus esfuerzos para ofrecer una educación sexual basada en la igualdad, en la salud, en el placer y en el respeto a todas las personas y a toda la diversidad que es inherente a la humanidad.

Según el informe de la UNESCO, hay evidencia empírica que demuestra que la educación sexual integral dentro del currículum contribuye a resultados tales como: iniciación demorada de las relaciones sexuales, menor frecuencia en las relaciones sexuales, menos comportamientos de riesgo o mayor uso de anticonceptivos.

Teniendo lo anterior en cuenta, una educación sexual integral es aquella que aborda los aspectos cognitivos, emocionales, físicos y sociales de la sexualidad. Estos aspectos son implementados en el aula adaptándonos a la edad del alumnado, es decir, enfocándolos en función de sus necesidades e inquietudes. Sería como el abordaje de la autonomía, ir adquiriendo formación en la medida en que nuestra madurez nos lo posibilite.

La no educación sexual integral no genera abstinencia, como bien indican números estudios, al contrario, produce mayores riesgos en nuestra adolescencia y juventud, y posibilita que otros instrumentos suplan lo que no se aborda desde la escuela y la familia. La pornografía se está convirtiendo en una “falsa instrucción sexual”, que llega cada vez de manera más temprana (estudios como los de Lluís Ballester y Carmen Orte hablan de 8 años). Sin embargo, lo que está mostrando es una explícita violencia sexual contra las mujeres y una sexualidad coitocéntrica dirigida a la mirada masculina.

 

Objetivos

  • Los objetivos de la etapa, aunque el conocimiento de una y uno mismo sea el central, responderán a tres grandes ejes:
  1. Conocimiento de una y uno mismo
  2. Aceptación de una y uno mismo
  3. Expresión de la propia erótica
  • Descubrir el propio cuerpo, nombrando las partes del cuerpo con naturalidad, tanto de niñas como de niños, diferencias físicas entre hombres y mujeres,

  • Mostrar interés y aceptación por su propio cuerpo y por el de personas de su entorno.
  • Saber decir no, reconociendo lo que a uno y a una le gusta y lo que no le gusta,
  • Respetar los límites en el acceso a su cuerpo y al de las demás personas.
  • Mostrar interés por la diversidad en general, familias, cuerpos, identidades.
  • Expresar adecuadamente los deseos

 

Indicadores

  • Nombra las distintas partes del cuerpo de mujeres y hombres sin dificultad.
  • Reconoce lo que no le gusta que le hagan o toquen.
  • Identifica los estereotipos de género en torno a los cuerpos de niñas y niños.
  • Muestra un apego seguro con sus compañeras y compañeros.
  • Muestra interés por el origen de la vida.
  • Participa activamente en las actividades realizadas en torno a este tema en el aula.
  • Muestra una actitud de respeto hacia la diversidad.
  • Sabe identificar las emociones positivas y negativas más comunes a su edad.

 

Criterios de evaluación comunes a todas las etapas

  • Análisis
  • Pensamiento crítico
  • Participación activa
  • Compromiso
  • Igualdad
  • Respeto

 

 

Actividades

Momento de sintonía

  • Mírame a los ojos

Nuestro cuerpo, nuestra sexualidad

  • Nuestros cuerpos: iguales, s diferentes
  • ¿De dónde venimos?
  • La sexualidad a través de los sentidos

Cuidarnos

  • ¡Eso no me gusta!: Poniendo límites
  • “El monstruo de colores”: reconociendo emociones
  • Cuidar nuestros cuerpos

Abordar

  • Nuestros cuerpos cambian
  • Familias diversas

Autoevaluación

  • Educación afectivo sexual. Ficha de autoevaluación