2. Uso no sexista del lenguaje y las imágenes

El lenguaje es el instrumento básico de la enseñanza, es vehículo de relaciones y de aprendizajes. Por lo tanto, el tipo de lenguaje que usamos, cómo hablamos, qué decimos, a quién nombramos y a quién no, es una cuestión básica en todos los ámbitos educativos.

 

El uso del lenguaje no es neutral, el lenguaje nos sirve para comunicarnos, para entender el mundo y también para cambiarlo, todo nuestro pensamiento pasa por el lenguaje. La cita de Georges Steiner “Lo que no se nombra no existe” sigue vigente en nuestro uso del lenguaje hoy en día.

Las personas que trabajan por la igualdad son conscientes de que el lenguaje es una realidad viva, que evoluciona y que debe ajustarse al uso de cada época, por lo tanto, la irrupción de las mujeres (gracias al feminismo) en el mundo público debe estar reflejada en su visibilización a través del uso no sexista del lenguaje.

 Este uso no sexista del lenguaje no solamente consiste en utilizar el género masculino y femenino, sino que es mucho más amplio y afecta también a aquellas lenguas, como el euskara,  en las que no existe o existe de diferente forma esta distinción del género. En este sentido, las imágenes,  tienen un gran poder comunicador y por ello contribuyen a construir el imaginario colectivo, por lo tanto, es necesario su análisis desde la perspectiva de género.

Para trabajar el uso no sexista del lenguaje es fundamental el ejemplo que de ello sea capaz de dar el profesorado, por eso es condición imprescindible la formación del profesorado al respecto, por lo que este apartado contará con una serie de actividades dirigidas más al profesorado que al alumnado, sobre todo en la etapa de educación infantil.

Como personas interesadas en la inclusión, la no discriminación, la ruptura de estereotipos que obstaculizan la libertad individual, el afecto a nuestro alumnado y el trato igualitario entre las personas, nos proponemos utilizar un lenguaje exento de matices sexistas y androcentristas Optamos por un lenguaje inclusivo, que represente la variedad del mundo en que vivimos, que demuestre que trabajamos por la igualdad de varones y mujeres, que sea preciso léxicamente, que contribuya a la evolución del propio lenguaje del centro educativo y que no proponga lo masculino como medida de lo humano, al hacer visible también lo femenino.

 

Para trabajar el uso no sexista del lenguaje y de las imágenes, es necesario que trabajemos una serie de competencias que incluyen el saber, saber hacer y abordar, por ello las actividades que se presentan incluyen estos apartados.

De todos los apartados, es importante realizar, por lo menos, una dinámica o actividad (cuantas más se lleven a cabo, mejor).

Se proponen diferentes dinámicas para la consecución de unos objetivos y se ofrece una herramienta de autoevaluación, dirigida a cada alumna y alumno, para realizarla después de la última actividad del tercer apartado.